El graffiti como publicidad

El creciente desarrollo del arte urbano no se le está pasando por alto a las grandes marcas. Queda esto en claro con la gran exposición que organizó Puma a principios de mes, dedicada al Urban Art. Hay marcas que fueron más allá y comunicaron directamente en las paredes. Dos casos se ven permanentemente en la Capital Federal: Blue de BBVA y Nokia.
Blue eligió como medio de comunicación el stencil y salió a pintar por toda la ciudad, principalmente por Palermo y San Telmo. La intención es clara: una tarjeta dedicada a los jóvenes se comunica a través de un soporte entendido por los jóvenes. La idea publicitaria es efectiva pero hay algo que entra en conflicto: ¿es legítimo que una marca se adueñe de un soporte con orígenes de protesta y pinte las calles para publicitarse?

Por su parte Nokia está realizando una movida que a nuestro entender es bastante más intresante. A partir del deseo de estar en las calles y comunicar a un público joven, eligió el camino del Street Art. Para ello se pusieron en contacto con Kid Gaucho, gran artista urbano porteño, y organizaron una serie de pintadas. Hoy pudimos ver una de ellas en la calle Honduras en el barrio de Palermo. A diferencia de los stencils de Blue, en este caso se pide permiso para intervenir una pared y se le paga a un artista para que haga su trabajo. Nokia simplemente lo sponsorea poniendo su isologo en un tamaño dentro de todo pequeño. Esto también despierta cierto malestar entre los diferentes artistas, ya que están los que sienten que este tipo de arte no debería ser vendido a las grandes corporaciones.
Sin duda un debate que nunca tendrá fin.



Por último algo que anticipamos ayer y seguramente muchos deben haber visto: unas fotos de Julian Beever y su arte en tiza aplicado a la publicidad por todo el mundo.