Hoy vuelven los Fabulosos Cadillacs, los Fabulosos o los Cadillacs, como más te guste. La cita comienza a las 18 hrs. en el Planetario. La entrada: GRATIS.

Pamela Brunfman, Hernán Herrera, Joaquín Mercado, Rodrigo Túnica.
Una idea interesante y al alcance de todos. Con influencias del Dadaísmo y la obra de Duchamp surge el Arranquismo, que consiste simplemente en darle una mirada artística a la comunicación que se da en la vía pública, pero haciendo foco en los c
arteles arrancados y las atractivas imágenes que se generan: una resignificación (o una revisión, como ellos la definen). Es decir, el arte aparece a partir de arrancar los carteles. Pero esto entendido como una expresión accidental y no provocada en busca del arte.
Acá les adjuntamos un poco de información acerca de este proyecto:
Re-Visión de la costumbre urbana de arrancar piezas gráficas y propuesta artística relacionada.
DESCRIPCIÓN
La costumbre popular de arrancar las comunicaciones impresas de la vía pública, genera de manera espontánea un sinnúmero de nuevas situaciones de comunicación. Este fenómeno social está asumido como «parte del paisaje» en nuestra visión de lo urbano, pasando totalmente desapercibido en la cotidianeidad.
ORÍGENES
La razón de esta costumbre urbana tiene diversos orígenes que van desde lo político hasta la simple diversión, pasando por la limpieza de lo pegado indebidamente.
UBICACIÓN
El fenómeno social se produce con particular intensidad en los grandes centros urbanos, con foco en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores.
PROPUESTAS
El núcleo del proyecto Arranquismo pasa por atender a los hechos comunicacionales espontáneos, encuadrándolos y dándoles la categoría de obra.
REGLA
La regla de oro es no tocar las piezas. Nunca producir un Arranquismo. Sólo caminar, percibir y rescatar.
DESEO
Si esta Re-Visión fuese compartida por la mayoría de las personas que habitan este piso, la suciedad y desprolijidad que se ve hoy en las calles se entendería como un proceso artístico urbano, plasmado en enormes y complejos murales. Es una cuestión de códigos. Los arrancadores serían artistas. Los transeúntes, críticos de arte.
En cuanto al impacto es claro. Encontrar símbolos pintados en la altura llama la atención de cualquiera y despierta la curiosidad de la gente que lo aprecia. Genera comentarios y una divulgación de boca en boca.
Al mismo tiempo se lo puede considerar un reflejo de una sociedad determinada, ya que esto mismo sería muy difícil que se de en un país desarrollado. Es casi inimaginable que los edificios de Champs Elisses aparezcan de la noche a la mañana todos pintados.
Por ahora no vamos a profundizar este análisis, simplemente les anticipamos que tengan en cuenta estas características ya que se van a relacionar directamente con el análisis de la Web 2.0
Si el pixaçao despertó su curiosidad les recomendamos entre a este sitio:
http://aerosolblog.blogspot.com/2007_03_01_archive.html